La participación de la sociedad civil en la definición de políticas públicas, así como en las decisiones que afectan los intereses comunes, ya sea desde el ámbito local-municipal o desde el plano nacional, es fundamental para garantizar que sus derechos se respeten y garanticen. Asimismo, la SC cumple un rol fundamental en la atención de una serie de necesidades que el Estado no satisface y puede ser un actor clave en la construcción de un modelo de desarrollo que integre visiones comunes y beneficien a las pueblos y comunidades.
El eje de fortalecimiento organizativo busca fortalecer a la sociedad civil como actor, a través del acompañamiento para que las organizaciones locales fortalezcan sus capacidades organizativas, de incidencia y de presión política, en favor de sus intereses colectivos, necesidades y problemas, desde sus visiones propias sobre el desarrollo. Las organizaciones sociales pueden enfrentar dificultades asociadas a conflictos en las relaciones interpersonales, que pueden interferir en los objetivos y actividades que realizan, o en el peor de los escenarios llevar a la disolución de las mismas.
Por esta razón, desde Ditsö entendemos el proceso de fortalecimiento organizativo cuando en las organizaciones existe:
Participación activa y con equidad de género: Todas las personas que forman parte de la organización se sienten motivadas y sienten que sus visiones e intereses son respetadas y se integran a la organización, se sienten validadas y valoradas por la organización.
Discusión y consenso: Se refiere a que las posiciones o visiones estratégicas de la organización son discutidas entre sus miembros, de manera que cuando se deban tomar decisiones estas se toman desde la negociación y tratando de construir un consenso.
Definición de roles colectivamente: Los liderazgos y distintos cargos en la organización, así como su estructura de responsabilidades y toma de decisiones, se construyen a partir de las necesidades de la organización para alcanzar sus objetivos estratégicos. Las personas que asumen un cargo pueden rotar o cambiar con el tiempo que la organización decida, si se trabaja en el desarrollo de las capacidades y habilidades de las otras personas que forman parte para asumir los mismos.
Creación de conocimiento colectivo y formación política: Reflexionar sobre el contexto y lo que sucede en el marco de los proyectos o procesos que se impulsan permiten integrar un conocimiento colectivo que fortalece a la organización.
Construcción colectiva de propuestas y demandas: Se encuentra en la línea de validar las ideas y opiniones de todas las personas que forman parte de la organización, lo cual brinda seguridad de que las decisiones que se toman son respaldadas por todas y todos.
Resolución de conflictos: El conflicto forma parte del desarrollo normal de las organizaciones, por lo que, si se mira desde una perspectiva constructiva y se acompaña a las organizaciones con herramientas para desescalarlo y resolverlo, puede convertirse en una experiencia que fortalezca a las organizaciones y aumenta el sentido de pertenencia entre sus miembros.
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